jueves, 1 de agosto de 2013

Crónica Histérica del Low Cost Festival 2013: Del Jägermeister a Postishead, pasando por Fangoria


6 horas de viaje (tras las que acabamos con los tranquilizantes de las farmacias de prácticamente toda la costa mediterránea) nos llevaron a Benidorm el pasado Viernes 26 de Julio. Llegamos dopadas, cansadas y desesperadas, pero llegamos a tiempo para disfrutar a tope de la quinta edición del Low Cost Festival.

Que Mercadona es Indie ya lo sabíamos desde que cogemos sus carros de la compra usando una moneda del BBK Live (funciona). Pero esta vez además nos proporcionó el menú Indie más insano de los últimos tiempos consistente, básicamente en Jägermeister, olivas, patatas fritas de toda clase y cerveza (la nevera de nuestro apartamento ya la quisiera para él Mario Vaquerizo).

Con semejante cocktail en nuestro cuerpo y tras una ducha y primera inspección por la piscina del apartamento (casi todo el mundo con pulserita del Low Cost, eso mola), marchamos rumbo al Festival. Es difícil comentarlo todo, porque lo que queda de un festival, su poso, son más bien sensaciones, pero intentaremos contaros algunas cosillas de los conciertos de la 5ª edición del Low Cost.



Día 1:
Two Door Cinema Club (re bautizados como Su-dor Cinema Club por el efecto sauna que se creó en su concierto) cargaron de pilas al público que en menos de 10 minutos saltaba sin parar a ritmo de sus hitazos (aunque algunos se hicieron esperar). Uno de los mejores conciertos del festival y una sorpresa para nosotras, que los teníamos catalogados como un grupo divertido de canciones para bailar pero OJO, que musicalmente tienen telita de la buena.




Día 2:
Portishead, el grupo al que vemos cada mes de Julio (esperamos que siga siendo así), repitió prácticamente el setlist y la puesta en escena de su concierto en Barcelona del verano pasado en el Poble Espanyol. Realmente no necesitan hacer nada más. Teniendo a Beth Gibbons no hacen falta ni bailarines ni tías buenorras ni nada parecido. 100% sensibilidad que, por cierto, no gustó a todo el mundo. No podemos entender como en un concierto de Portishead puede haber gente hablando de lavadoras. Terminamos solucionándolo metiéndoles el dedo en el ojo sin querer (evitarlo). Y se fueron a tiempo para dejarnos disfrutar del bis y salir corriendo hacia el escenario Energy Sistem para ver a nuestros queridos Dorian que se han hecho mayores y nos provocan cierta sensación de abuelita orgullosa cuando los ves ahí arriba bordándolo.

Gamberros como ellos solos, Crystal Castles, capitaneados por una Alice Glass en su más pura línea destroyer (nos encantan las posturas que pone en las que parece que va a parir, está como una p*** cabra), pusieron el nivel de baile en un punto que parecía insuperable. Pero ¡ojocuidao! Cambio de escenario, pero no descenso de nivel: ¡MENDETZ!

Será que llevábamos ya unos cuantos Jagger, será la combinación de conciertos + amigos + buen rollo pero lo cierto es que el concierto de Mendetz fue de esos en los que, miraras a donde miraras, veías a la gente bailar y sonreír (nananananananana, nanana, nanana…). Mención especial al chaval que se pasó medio concierto bailando encima de dos PolyKlin. Esperábamos que se metiera un pesco para enviarlo a vergüenza ajena, pero tuvo suerte y no fue así.






Día 3:
Love of Lesbian, salía al escenario sabiendo que aunque se pasaran las dos horas escupiendo flemas al público, más de la mitad de los asistentes seguirían adorándolos. Porque sí, porque son un grupo con un alto nivel de fanatismo y con muchos de sus fans de una media de edad temprana. Pero si hay algo que su gira interminable de “1999 ha logrado, es terminar de imprimir madurez y puesta en escena a la banda. Si le sumamos a eso el talento innato que desprende Santi Balmes como showman (es un tío que atrapa, pa’ que negarlo), pues tenemos un concierto bastante redondo en el que no faltaron los coros improvisados del público para todas sus canciones-himno.

Se apagan las luces, suenan unos sintetizadores y sale una tía jamona embutida en un apretadísimo traje negro brillante. Sí, es Alaska y sí ¡Es el concierto de Fangoria! Echamos de menos más temas antiguos (es normal, presentan nuevo disco pero no sé…) y encontramos a Olvido – Alaska un poco más siesa de lo habitual. Pero como incondicionales que somos de ella, de su santo esposo, de sus tablas, de sus canciones ochenteras y de la madre que la parió (la pequeña America), nos fijaremos en la parte positiva: El espectáculo que Alaska monta al salir a un escenario. Que nos tenía a todos que parecíamos adoradores de su secta particular.

Hubo, como sabréis, sorpresa final (¿sólo nos lo esperábamos nosotras?) y salió una representación de Nancys Rubias al escenario a interpretar su versión del “I don’t care” de las noruegas Icona Pop (suponemos que en playback). No pudimos verlo porque estábamos viendo a Standstill y creemos que salimos ganando con el cambio ;)

Llegar al escenario Energy Sistem y verlo a menos de la mitad de su aforo (todos estaban viendo Fangoria) era un descanso: Los que están viendo a Standstill son fans de Standstill y nos ahorraremos las conversaciones de lavadoras. Diremos de este concierto, que nos pareció uno de los mejores de todo el festival con Mr. Montefusco cantando, como siempre, como le da la real gana (no se puede cantar mejor), un público entregado y una de las mejores fiestas del festival con su temazo “Por qué me llamas a estas horas?”.  




El poder de las bragas de Hello Kitty es indudable. Por eso seguimos sanas y salvas después de haber bebido más Jägermeister del que Iggy Pop pudiera soportar y de haber ingerido más grasas polisaturadas de las que Beth Ditto pudiera devorar.

Han sido 3 días a tope de musicote, risas hasta el infinito y la playita de Levante (ensalada de algas). El año que viene está aún muy lejos pero estamos seguras de que más de uno y más de dos cuenta los días para la que será ya 6ª edición del Low Cost Festival.

¿Nos veremos en Benidorm?

#OARGH!!